Jovenes por la segunda emancipación: Marcha Nacional del Bicentenario 16 de jun/2010
Puente de Boyaca- Tunja- Villa de Leyva, julio 8-11 (15-18) de 2010
El fin de la década del segundo milenio, inició con las celebraciones de los doscientos años de los gritos de independencia, en el continente del arco iris. Haití, la primera República negra libre, quien derrotara a los principales generales de Napoleón en 1804, conmemoró su gesta emancipadora, invadida por una misión de las Naciones Unidas, hoy asolada por uno de los terremotos más espantosos de la historia continental, a demás de estar asediada por treinta mil marines estadounidenses. Bolivia, empezó sus celebraciones en el año 2009. Pero, lo exaltable de su nueva historia es que sus aguerridas luchas indígenas y la de los corajudos obreros mineros y campesinos de los años cincuenta, principalmente, hizo que se cumpliera la promesa del jefe Inca Gabriel Condorcanqui, quien antes de ser descuartizado, por la sevicia española, dijera: “Algún día regresaré hecho millones”. El indio aimara, Evo Morales, le cumplió la promesa y una nueva época (Pachakutik) ha iniciado en el recién nacido Estado plurinacional de la República fundada por el Libertador, dirigida por Antonio José de Sucre y rescatada, militarmente, por Manuelita Sáenz. Lo acontecido en Bolivia confirma la aguda reflexión de José Martí cuando afirmara que “si se hace caminar al indio, empezará a caminar bien América”. La historia de la independencia, no puede circunscribirse únicamente a la celebración del bicentenario como si ello hubiera sido un acto espontaneo o una trifulca iniciada por los burgueses criollos de la época que, en el caso colombiano, ha sido sublimado en una metáfora. La quiebra del florero de Llorente. Ubicar nuestro bicentenario en una mirada conmemorativa de unos acontecimientos que permitieron el forjamiento de la República, en el año de 1810, con la consecuente batalla de Boyacá en 1819, es una absurda repetición de la historia de los vencedores, pues desconoce el previo pretérito y el presente de las luchas sociales, políticas y militares que afrontaron y afrontan los pueblos de nuestra América; los africanos traídos como esclavos y esa nueva mezcla humana que arrojó el cruce de culturas producto de la invasión, el mestizaje (ese hombre cósmico del cual hablara José Vasconcelos). Esta conmemoración y celebración tiene que servirnos para visibilizar la historia que las celebraciones oficiales, en manos de los neoliberales, no cuenta. Esa historia que involucra una resistencia contra los invasores ibéricos. Desde los tiempos de la cacica Gaitana. Quien se levantara contra Pedro de Añasco, por el asesinato de su hijo. Del cacique Calarcá, que combatió por la dignidad de su pueblo Pijao para mantener libre el territorio de Cacataima. De Benkos Biohó y la conformación de los Palenques, en Cartagena, esos primeros sitios liberados del colonialismo en Nuestra América. De José Antonio Galán y su levantamiento con la primer gran muchedumbre campesina y artesana que marchó hasta Santafé de Bogotá y fue traicionada por el virrey Sámano y la iglesia católica. De las mujeres hermosas, hermosura que les surge de su valentía, como Policarpa Salavarrieta, Mercedes Ábrego, Manuela Beltrán y todas aquellas mujeres que conformaron el gran ejercito de las Guaneñas. La historia de miles de jóvenes campesinos, negros, indígenas y artesanos que asumieron el reto generacional de derrotar el yugo imperial, conquistar para nuestro país y el continente la independencia del imperio Español. Si bien, en 1810, se inició la independencia de España, presionada por el sector criollo, y la figura cimera fue Simón Bolívar, con su proyecto inconcluso u obstaculizado por los intereses de clase, es importante entender que la reivindicación nuestra, (de los sectores populares, obreros, indígenas, negros, gitanos, artistas, intelectuales, demócratas, revolucionarios, sindicalistas, feministas, homosexuales y soñadores, etc) del bicentenario pasa, rigurosamente, por entender que “lo que Bolívar no hizo, aún está por hacer” por tanto, la historia no se detuvo sino que ingresó por nuevas sendas, con nuevos actores sociales que han continuado con la obra emancipatoria; en un nuevo contexto y con nuevas interpretaciones y herramientas filosóficas y políticas que apuntan a la construcción de un nuevo Estado que reivindique realmente a las mayorías excluidas por los herederos de los criollos, luego de la independencia. La continuación de la obra emancipatoria pasa, esencialmente, por exterminar el colonialismo y la dependencia, por concretar la idea de la patria grande, por construir la dignidad plena de las mujeres y de los hombres del Abya yala. En tal sentido, en Colombia, es importante, reconocer en la lucha de los braceros del Magdalena; en los obreros de los enclaves petroleros de inicios de siglo, que originaron la USO y forjaron soberanía nacional sobre los recursos energéticos; en los huelguistas bananeros, de 1928, que por luchar por sus reivindicaciones y la soberanía del país, fueron fusilados por la united fruit company y el gobierno conservador de la época. En los indios Quintín Lame, José Gonzalo Sánchez y Eutiquio Timoté, quienes impulsaron la creación del primer consejo de indias, libre del gobierno central. En Raúl Eduardo Mahecha, María Cano y Erasmo Valencia, fundadores del Partido Socialista Revolucionario; en Guadalupe Salcedo, Juan de la Cruz Varela, Jacobo Prías Álape, dirigentes históricos de la lucha agraria en Colombia. En el primer anarquista como Medófilo Panclasta y el primer socialista José María Caicedo; en los filósofos y pensadores como Estanislao Zuleta, Antonio García y Fernando Gonzales. En los poetas Luís Vidales y Eutiquio Leal. En los comunistas Gilberto Vieira, Jaime Pardo Leal, Gilberto Londoño y María Ayala; en los procesos políticos de la UNIR y el magnicidio de su líder Gaitán, el PAN, La Unión Patriótica, A luchar y hoy, todos los sectores sociales y políticos que luchan por establecer una sociedad democrática, pluralista y donde sus habitantes puedan vivir con dignidad En todos ellos está inscrita la continuidad del proyecto político y los anhelos del libertador, anhelos que aun están por realizarse. Empeños que son contrarios al proyecto anexionista de quienes propenden por entregar la soberanía colombiana a los Estados Unidos con las temibles bases militares, el Tratado de Libre Comercio (T.L.C), el acoso permanente a los países de La Alianza Bolivariana y el exterminio de la gente rebelde de este país. Todo porque sus intereses están atados a las “formas agresivas y violentas del capitalismo globalizado”; porque sus intereses sólo corresponden al aumento exponencial de las ganancias de sus negocios; porque fueron incapaces de configurar un proyecto que permitiera la autodeterminación y el desarrollo del país en favor de las mayorías que ellos, a diario, empobrecen con el desarrollo de su régimen de explotación sustentado en el bárbaro neoliberalismo y en el temible lastre del “subdesarrollo”. Entendiendo que la obra emancipatoria está inconclusa y que los actuales movimientos democráticos y revolucionarios, en conjunto con los pueblos milenarios y los afrodescendientes incluyendo a todos los sectores populares, con sus héroes y sus mitos, somos los continuadores de la gesta de liberadora de la patria y de los lideres más esclarecidos del siglo XIX. La juventud colombiana esta llamada a caminar por la senda del movimiento independentista para concretar el ideal de la Paz Democrática, la Patria Grande, la emancipación humana que construya la dignidad plena del hombre, la autodeterminación de los pueblos y contribuya al exterminio del imperialismo norteamericano, el mayor responsable de la miseria y el empobrecimiento de las mayorías de los pueblos de Nuestra América. Imperialismo que en su fase expansionista se anexó Puerto Rico, invadió Cuba, nos escindió Panamá, acaba de invadir a Haití y de someter a Honduras. Objetivos - Aportar a la celebración del bicentenario desde una visión critica, de los sectores populares y con perspectiva política.
- Construir desde múltiples organizaciones juveniles un escenario de movilización juvenil que ponga en evidencia ante la sociedad las necesidades y aspiraciones de los jóvenes colombianos a 200 años de la independencia de España. (Memorial Juvenil de agravios)
- 3. Contribuir a la movilización en torno al bicentenario y generar canales para enriquecer el plan de acción de nuestra lucha actual en función de la defensa de la soberanía de la nación colombiana y el rechace la injerencia extranjera en nuestro país. (Agenda de acciones contra las bases militares extranjeras en territorio patrio).
- Impulsar la unidad juvenil y su principal escenario el Festival Nacional de la Juventud.
Cronograma de Actividades - 1. Marcha Juvenil
Día 1 Mañana | Tarde | Llegada de las delegaciones al Puente de Boyacá. | 1:00 p.m Salida a UPTC en Buses. | 10:30 a.m Acto de Instalación de la Marcha (Comité Preparatorio, Autoridades municipales y departamentales y Rector UPTC). | 2:00 p.m Almuerzo. |
| 3:30 p.m Panel: Participación Juvenil y Ley de Juventud. |
| 6:30 p.m Reunión del Comité de Marcha. | Día 2 Mañana | Tarde | 7:00 a.m Desayuno. | 2:30 p.m Panel: Salida Cucaita- Villa de Leyva Colombia (Trayectos a pie y Bus) | 8:30 a.m Salida de Tunja a Cucaita (Trayectos a pie y Bus). | 6:00 p.m Llegada a Villa de Leyva y Concierto por la Soberanía y la Paz de Colombia. | 12:00 m Almuerzo. | 8:00 p.m Reunión del Comité de Marcha. | Nota: Villa de Leiva se encuentra ubicada a unos 40 km al oeste de Tunja. - 2. Seminario Juvenil del Bicentenario
Día 3 Mañana | Tarde | 7:00 a.m Desayuno. | 1:30 p.m Almuerzo. | 8:30 a.m Panel de Instalación: Neocolonialismo a 200 años de la Independencia. | 3:30 p.m Panel: Colombia y sus jóvenes, escenarios y retos. | 11:00 a.m- 1:30 p.m Conferencias: a) De la gran Colombia hacia los proceso de integración de nuestra América b) Pueblos Originarios y sujetos de la independencia. c) El papel de la mujer en los procesos independentistas | 3:30 p.m Reuniones Sectoriales: a) Estudiantes. b) LGBT. c) Campesinos. d) Expresiones artísticas. |
| 8:00 p.m Fogata por la Unidad Juvenil y la Definitiva Independencia | Día 4: Mañana | Tarde | 7:00 a.m Desayuno. | 1:00 p.m Almuerzo | 8:30 a.m Lectura de Relatorías y Conclusiones y lectura del Memorial Juvenil de Agravios. | 2:30 Regreso a las regiones |
Categorías: Tragicomedia En una carta de reflexión sobre el futuro del Partido Liberal la senadora Cecilia López Montaño se mostró en contra de la decisión de dirigentes de su partido que se han sumado a la campaña del candidato Juan Manuel Santos y anunció que votará por Antanas Mockus. En uno de los apartes de la carta aseguró que “con profundo dolor tengo que admitir, que la defensa de esos valores Liberales ha sido abandonada por gran parte de nuestros líderes, empezando por uno de sus máximos dirigentes, el ex presidente Gaviria. Apoyar a Juan Manuel Santos, quien representa la continuidad de un gobierno al que el Partido hizo férrea oposición, significa claudicar los principios Liberales. Un partido que tiene la equidad y la justicia social como su norte no puede, en aras de acceder al poder, apoyar estrategias como la confianza inversionista y el asistencialismo que seguirán en cabeza del heredero del uribismo”. También afirmó que es necesario reconocer “que varios millones de colombianos han demostrado con su apoyo al Partido Verde que quieren un cambio en la forma de ejercer la política y esa valiente expresión, necesita ser impulsada porque solo acabando con los vicios de la vieja política, la democracia colombiana tendrá futuro. Por esa razón mi voto será por la Ola Verde, como un respaldo a esos hombres y mujeres, jóvenes y viejos, que buscan un país distinto. Me duele mucho saber que desgraciadamente, ese grito no se inició dentro del Liberalismo”. A continuación el texto de la carta de respuesta a los jóvenes liberales: “Asambleístas Liberales de Antioquia Asambleístas Departamentales del Atlántico Consejo Juventudes Liberales de Barranquilla Jóvenes Liberales Liberales Mis queridos Liberales, He recibido con mucha emoción la amable y estimulante carta que me han enviado los Asambleístas Liberales de Antioquia y los afectuosos comentarios de diferentes sectores del Partido. Me llegan estos comprometedores mensajes en un momento de grandes decisiones y por ello, con profunda responsabilidad y después de largas horas de reflexión, les transmito lo que pienso sobre el futuro del Liberalismo y sobre todo, mis grandes preocupaciones sobre el país. La democracia es el gran baluarte de Colombia, y a pesar de todas sus limitaciones se ha construido con gran orgullo nacional, convirtiéndola en una de las democracias más antiguas de América Latina. Sin embargo, varios de sus elementos fundamentales están hoy en peligro: en primer lugar, el debilitamiento de los partidos políticos que actualmente se encuentran en su peor momento. Además de la difícil situación de los partidos tradicionales, Liberal y Conservador, nadie puede asegurar que la U o los Verdes sean hoy lo que se reconoce como un partido político, con ideología, militancia y principios claramente definidos. En segundo lugar, el irrespeto por la separación de poderes, porque el ataque permanente del Ejecutivo al poder Judicial se ha vuelto una constante aceptada por amplios sectores del país. En tercer lugar, el no reconocimiento de la oposición como componente fundamental de la democracia que permite que existan alternativas de poder. Sin la recuperación de estos tres elementos o peor aún, con su mayor debilitamiento, es imposible pensar en mantener o mejor, fortalecer la democracia colombiana. De estas ideas nace mi preocupación por el Partido Liberal, que comparto con todos ustedes. Pero, por encima de todo, sigo siendo liberal y considero que estos principios, hoy más que nunca, son absolutamente prioritarios en esta sociedad colombiana llena de injusticias, con altos niveles de corrupción en el manejo de los recursos públicos y con una institucionalidad debilitada. Al mismo tiempo, con profundo dolor tengo que admitir, que la defensa de esos valores Liberales ha sido abandonada por gran parte de nuestros líderes, empezando por uno de sus máximos dirigentes, el ex presidente Gaviria. Apoyar a Juan Manuel Santos, quien representa la continuidad de un gobierno al que el Partido hizo férrea oposición, significa claudicar los principios Liberales. Un partido que tiene la equidad y la justicia social como su norte no puede, en aras de acceder al poder, apoyar estrategias como la confianza inversionista y el asistencialismo que seguirán en cabeza del heredero del uribismo. Así mismo, es necesario reconocer que varios millones de colombianos han demostrado con su apoyo al Partido Verde que quieren un cambio en la forma de ejercer la política, y esa valiente expresión, necesita ser impulsada porque solo acabando con los vicios de la vieja política, la democracia colombiana tendrá futuro. Por esa razón mi voto será por la Ola Verde, como un respaldo a esos hombres y mujeres, jóvenes y viejos, que buscan un país distinto. Me duele mucho saber que desgraciadamente, ese grito no se inició dentro del Liberalismo. ¿Qué hacer, entonces? Espero las decisiones finales del director del Partido con quien infortunadamente me ha sido imposible hablar, a pesar de mi insistencia. Soy liberal y seguiré siéndolo hasta la muerte. Si tuviera la oportunidad de conducir a mi Partido por la senda de la recuperación, de la reivindicación de sus valores y de la verdadera renovación para construir un país distinto, lo haría con el mayor entusiasmo y con la mayor dedicación. La pregunta que ronda mi cabeza es si tendremos esa oportunidad. Si Rafael Pardo firma acuerdos con Juan Manuel Santos, ¿que pasará con el Partido Liberal? ¿Lo absorberá la U, desapareciéndolo? ¿Convertirá Juan manuel Santos al Liberalismo en un partido de derecha? ¿Podrá Rafael Pardo llevarse las banderas del Liberalismo cuando algunos de sus líderes y muchos de sus miembros, como nosotros, no compartimos esa posición? Estoy esperando esos acontecimientos para compartir con ustedes los pasos a seguir, si alguno de esos terribles escenarios se presenta. Afortunadamente lo sabremos en 8 días. Por el momento, les pido que nos acompañemos en esta dura espera. Sin embargo, sí quiero reiterarles que aún sigo en el Partido, que nunca dejaré de ser liberal, y que jamás dejaré de luchar por ese Liberalismo que hizo las grandes reformas sociales y que creo, está llamado a hacer las que aún faltan. Con humildad reconozco mi responsabilidad de acoger a todos aquellos que como yo, no creen en la permanencia de unas políticas que sin negar sus éxitos en seguridad, han dejado a un lado el compromiso de hacer de este país, una sociedad justa, globalizada, equitativa y sin privilegios para los de siempre. Esas tareas pendientes con la gente, con los menos favorecidos, y ahora más que nunca, con ustedes, son mi motivación diaria para seguir luchando hasta conseguir que los auténticos principios Liberales vuelvan a dirigir el desarrollo colombiano. Con esta carta, me comprometo desde ya, con institución o sin ella, a luchar al lado de cada uno de ustedes, para que el verdadero Liberalismo no desaparezca y para que nuestro temple liberal vuelva a representar el orgullo, los derechos y la ilusión de todos los colombianos. Con gran afecto, CECILIA LÓPEZ MONTAÑO
Senadora de la República
Partido Liberal Copia: Dr. RAFAEL PARDO RUEDA
Dr. ANÍBAL GAVIRIA CORREA
Congresistas Liberales
Medios de Comunicación” Categorías: Tragicomedia
Ahí estaba él, luego de recibir la fatal noticia sobre la derrota de su corrupto y cínico pupilo, después de que el electorado, del que siempre había denostado y comparado con una piara de cerdos, le diera el triunfo a quien un día cualquiera llegara a compararle a él, a su eminencia trasloada, con el comandante de los paramilitares, allí, justo en ese instante, le invadió la nostalgia ante su poder resquebrajado lo que trajo a su memoria sus tantos circos proselitistas, las vivas mercenarios de sus áulicos prepagados, y fue consciente de todo lo que extrañaría el relente a pólvora, el ronroneo de la motosierra, los olores de la sangre recién cortada y de la boñiga de sus caballerías, así como el de la tierra removida de los campos santos que le evocaba la sensación de la muerte y el polvo blanco en sus fauces, entonces giró su cabeza y no sintió cerca ni siquiera a su aliada la muerte, apesadumbrado sintió sobre su espalda el paso del tiempo, y en un fulgor tuvo para sí, un rescoldo de vergüenza del que personas como él carecían por su falta de dignidad, en ese momento algo como una lágrima amenazó con salir de sus cuencas, y un hilo de moco resbalando desde sus fosas, no comunes, sino nasales, le recordó que el pasado no perdonaba, miró a su alrededor en su despacho presidencial y se supo aún allí de cuerpo omnipresente instalado en el solio de Bolívar y no halló otra forma de profanarlo que expidiendo un hediondo pedo del que sólo él pudo ser testigo, su furia fue en ascenso y fuera ya de sí mismo, preso de la histeria, decidió tomar los descansos de su asiento, y empezó a apretar con la fuerza de su modesta musculatura, más allá de los límites de su inhumanidad, entendiendo lo que significaba la soledad del poder, pasmado y sólo en medio de la nada de la Casa de Nari, mientras en su marasmo alcanzaba a oír la ronquera de un radio en una habitación cercana, y ya en su mollera se empezaban a sentir a lo lejos, en las calles, el júbilo y la algarabía, y se quedó con la mirada clavada en el horizonte como sospechando y atisbando los fatales augurios que le sobrevendrían por sus atrocidades, sobreavisado de su triste destino, lejos de sí como si no fuera él mismo, sin conexión con nadie de su guardia pretoriana de lavaperros, ausentes sus viles y apocados lamezuelas, y suspirando aletargado entre la peste de sus propios muertos, atorado en el miasma de las víctimas de los falsos positivos, respirando el mismo aire de los últimos estertores agónicos de los usuarios de las EPS, retozando sobre los destrozos de un país que se supone había ayudado a construir pero que evidentemente para sus adentros sabía hecho mierda por sus propias manos y sus propias patas, y cuando levitaba en su demencia por encima de todo, un insecto que aterrizó sobre su vaso de leche deslactosada, le puso de presente su fatal destino de mosca de ir de cagada en cagada.
¿Cuál sería el interés de Uribe en la Alcaldía de Bogotá? | El Presidente Uribe no responde si aspira o no a la Alcaldía de Bogotá. Esa actitud se parece a la que asumió con el referendo reeleccionista. | POLÍTICAAlgunas señales indicarían la intención del Presidente de buscarla. Los analistas le apuestan a diferentes razones: una prolongación de su inagotable espíritu de poder, su deseo de estar cerca de Santos o su capacidad de servicio. ¿Se atreverá?Jueves 1 Julio 2010 A un poco más de un mes de entregar la banda presidencial, el mandatario saliente, Álvaro Uribe, no ha definido su futuro político, pero una de las puertas que pareció dejar abierta hace unos días fue la de aspirar a la Alcaldía de Bogotá.
Al menos así lo dejó ver en una entrevista con RCN Radio al ser preguntado sobre si tenía previsto ser candidato al gobierno de la capital colombiana. No dijo ni sí ni no, como es su costumbre. Dijo que quiere “ayudar en lo local a que las cosas salgan bien”. “Me gusta una buena alcaldía de Bogotá, me gusta ver la prosperidad de esta ciudad, me gusta que la administren bien. Una ciudad que me ha albergado con cariño, yo sí que agradezco esas votaciones de Bogotá”, agregó el mandatario.
La posibilidad de que Uribe sea candidato al segundo cargo más importante de Colombia asustó a los que se preparan en la carrera por la Alcaldía, molestó a sus opositores y sorprendió a sus allegados.
Pero la iniciativa es de vieja data. Una vez la Corte Constitucional le cerró el paso a una nueva reelección Presidencial, hubo quienes propusieron esa salida a la vocación de poder del mandatario.
El ex embajador de Colombia en Sudáfrica Carlos Moreno De Caro dijo en ese entonces que había que aprovechar la “excelente gestión de Uribe, para que asuma las riendas de la ciudad que actualmente presenta problemas en materia de seguridad, infraestructura vial y de tipo socioeconómico”.
Además, dijo que desde ese cargo el Presidente saliente podría vigilar la gestión de su sucesor en la Casa de Nariño, “para que no haga travesuras”.
Hace casi dos años El Espectador también había sugerido que el mandatario aspiraría a ese puesto. En ese momento, sin embargo, todavía estaba viva la alternativa de la reelección.
¿Por qué Bogotá?
Bogotá es atractiva como trampolín para la Presidencia, debido a lo que representa: es la metrópoli más importante de Colombia y una de las más importantes de Suramérica, junto a Río de Janeiro, Buenos Aires y Lima. De hecho, alberga el 17 por ciento de la población del país, maneja un presupuesto superior a 16 billones de pesos, produce aproximadamente el 25 por ciento del PIB nacional y aporta cerca del 50 por ciento de la actividad financiera.
¿’Líbido dominandi’ o servicio?
“Más allá de cualquier circunstancia personal, los políticos, como bien lo discernieron personajes tan distantes en el tiempo como Epicuro, Maquiavelo, de Maistre, Le Bon y Canetti, entre otros, buscan conquistar el poder, aumentar el poder y conservar el poder”, escribe Camilo Rojas, asesor de campañas políticas en su blog político.
Según el asesor, es una parte de la naturaleza humana la que impulsa a unos hombres a ejercer el dominio, la que les da la voluntad de poder. Es lo que se llama líbido dominandi.
Para algunos analistas, el placer que da el poder es lo que motivaría a Uribe a aspirar a la Alcaldía de Bogotá, después de haber estado ocho años al frente de la administración de la nación.
“Uribe es un animal político, en el mejor sentido, y no concibe la vida sin el ejercicio del poder”, dice Jaime Castro, ex alcalde de Bogotá a Semana.com.
Castro recordó que en Colombia, Tomás Cipriano de Mosquera fue Presidente del Estado del Cauca después de haber ocupado por cuatro períodos la Presidencia. También mencionó los casos de varios presidentes de otros países, como León Febres Cordero, de Ecuador, y Valéry Giscard d'Estaing, de Francia, que hicieron algo parecido debido a su capacidad de política.
“Al Presidente lo seduce más el deseo de servir que la vanidad del poder” fueron las palabras con las que el representante por Bogotá Nicolás Uribe defendió la posible aspiración del mandatario.
El representante de La U Señaló que la preocupación de Uribe estriba en “el retroceso de la ciudad en los últimos ocho años”, refiriéndose a las dos administraciones del Polo Democrático.
El congresista, quien ha defendido la idea de que Uribe sea alcalde, dijo que esa posibilidad sería “interesante, para tener un modelo de ciudad a la altura de las exigencias de la globalización, para resolver los problemas de criminalidad y la debacle que nos deja el actual Gobierno distrital”.
No obstante, según el congresista, las declaraciones del Presidente tenían el propósito de generar opiniones, antes que el de demostrar sus aspiraciones a futuro, una vez deje la Casa de Nariño.
“El Presidente está acostumbrado a dar ese tipo de declaraciones buscando que lo interpreten, más que para revelar sus verdaderas decisiones. Es una forma de medir la opinión sobre un tema”, explicó.
“No importa quién vaya, lo importante es resolver los problemas”
“Si aspiran Batman o Robin, yo iré hasta el final”, dijo a Semana.com David Luna, representante por Bogotá, quien es uno de los aspirantes a suceder a Samuel Moreno.
El precandidato adujo que era un honor para él, y además legítimo, que en la competencia por la Alcaldía estuviera Uribe. No obstante, indicó que para ocupar el cargo había que tener, además de la capacidad, el conocimiento de la ciudad.
Luna argumentó que las malas administraciones del Distrito se deben a que algunos políticos “han usado la Alcaldía como un trampolín para llegar a la Presidencia, como un escampadero, o como la continuación del ejercicio del poder. Ninguna de estas opciones le conviene a la ciudad”, dijo.
Para Iván Cepeda, representante del Polo electo por Bogotá, las razones por las que Uribe buscaría la Alcaldía de Bogotá son dos:
“Uribe tiene una ambición ilimitada de poder, que demostró cuando buscó su segunda reelección, y que no se agotó con la decisión de la Corte de declarar inexequible el referendo”, dijo.
Y, “él quiere seguir gobernando desde la sombra del país. La pregunta que sigue abierta es cómo hará Santos para definir su línea de gobierno”, agregó.
En su criterio, la llegada de Uribe a la administración de la ciudad trasladaría “fenómenos nacionales, como sacrificar los métodos a los fines, actitudes que riñen con la legalidad, al Distrito”.
Hay quienes aseguran que Uribe llegaría al Palacio Liévano sin dificultad, y hay quienes creen que los bogotanos prefieren otro tipo de gobierno. No obstante, sólo en los próximos días se sabrá si las declaraciones de Uribe fueron una revelación o un globo al aire.
Entre las once de la mañana y las doce del medio día, la Plaza Cívica Ciudad Victoria se convirtió en el punto de encuentro para lo que sería un homenaje al presidente Uribe. Allí poco a poco se fueron reuniendo algunas personas con un interés común: dar las gracias al mandatario y de paso, desearle un feliz cumpleaños. El día no ‘pintaba’ mal, ni lluvia ni mucho sol, colaboración de las autoridades, convocatoria por redes sociales de Internet y un día de descanso, en el que se supone muchos saldrían a marchar. Sin embargo, la espera se hizo larga y cuando los organizadores decidieron iniciar su caminata, en el lugar no se habían reunido sino alrededor de 100 personas.
Pese a eso, los simpatizantes del actual gobierno ‘afinaron pulmón’ y comenzaron a cantar primero el Himno Nacional y después el ‘feliz cumpleaños’, mientras se alistaban para recorrer las calles del centro de la ciudad (desde el punto de encuentro, hasta el Parque El Lago y luego nuevamente hasta la Plaza Cívica), con pancartas y camisetas blancas en las resaltaban los logos del partido de La U y la imagen del presidente.
“Antes de Uribe, primero era Dios y después mi mamá, ahora primero Dios, luego Uribe y después mi mamá, porque Uribe y Dios son los que nos cuidan”, dice una de las manifestantes, casi que con la adoración de un hincha hacia su equipo de fútbol o de una adolescente a su cantante preferido.
Como ella, mujeres de todas las edades y provenientes de diversas regiones de Risaralda, comentaban su agrado hacia el gobierno actual.
Al paso de estas personas, algunos, aunque no iban dentro de la marcha, dejaban ver su agrado con aplausos y movimientos afirmativos de cabeza, otros en cambio decían no estar de acuerdo con este tipo de manifestaciones. “No es justo que tengan a un hombre como que fuera el mayor héroe, la gente no ve todas la deficiencias que tenemos a nivel de educación y salud, es una tristeza que la gente sea tan ciega”, dijo Carmenza Ospina, vendedora ambulante.
De todos modos, comentarios como esos no lograron ahogar el grito de apoyo que ese grupo de personas, que aunque pocas, mostraban ferviente admiración por las obras y el plan de gobierno Uribe aplicado en la ciudad y en el departamento.
“Me parece que hemos avanzado mucho en el sistema de vías y de transporte, sobre todo el transporte masivo, o si no mire el Megabús, una obra tan buena que nada tiene que envidiar a las grandes metrópolis”, comentó Óscar Porras, quien abiertamente confesaba “su amor por Uribe y el partido de La U”.
El común de los participantes de esta jornada, estaban de acuerdo con que los aportes más valiosos del mandatario para esta región, no sólo eran en infraestructura ni vías, sino a nivel social con programas como el Sisbén y Familias en Acción, además de “la seguridad y tranquilidad que le fueron devueltos no sólo a Risaralda sino a toda la nación”.
Frases como “Dios escuchó nuestras oraciones, todos los días muchos pedimos porque este país sea mejor y con Uribe lo es, muchos secuestrados volvieron a sus casas, muchos recuperaron su dignidad. Este gobierno sí se hizo respetar”, es lo que se escucha en el recorrido, mezclado con muchos “¡Viva el presidente!”.
La marcha terminó justo donde tuvo su origen, en la Plaza Cívica Ciudad Victoria, no muchos terminaron por unirse a ella, más bien el número de simpatizantes se mantuvo. Fueron pocos, pero con emoción y casi fervor absoluto, escucharon la intervención y los agradecimientos del presidente por su festejo en una pantalla grande ubicada en el lugar.
Sus seguidores lo observaban con admiración y algunos con los ojos “encharcados” no sólo elevaban una oración por los 58 años del mandatario, sino que con total convicción decían que “como él, jamás habrá dos”.
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